El Design Thinking es una metodología que surge desde el diseño industrial, para crear soluciones a distintos problemas, teniendo presente siempre al usuario final como eje central del proceso.
El Design Thinking busca crear las mejores soluciones a través de la ideación de diversas alternativas, las que siempre deben ser validadas por los usuarios finales a través de constantes iteraciones, que permiten ir perfeccionando las soluciones propuestas.
Esta metodología se logra a través de un trabajo colaborativo, inter y transdisciplinario, que permite obtener múltiples perspectivas sobre una misma situación, para así elaborar ideas que desafíen el estado actual de las problemáticas vigentes.
Para el proceso académico, el Design Thinking es una herramienta dinámica y vital que promueve la confianza creativa de los participantes, fomentando su adaptabilidad y atención en las condiciones sociales y culturales. Además, desarrolla el pensamiento crítico, la colaboración, y refuerza la capacidad de aprender frente a un proceso reflexivo, mostrando curiosidad, resiliencia y motivación.
Tim Brown, CEO de IDEO, lo define como una disciplina que utiliza la sensibilidad y los métodos de un diseñador para hacer coincidir las necesidades de las personas con lo que es tecnológicamente viable y con una estrategia comercial que pueda convertirse en valor para el cliente y una oportunidad de mercado.
Robert Curedale, uno de sus precursores, lo define como “una metodología o enfoque del diseño que debería ayudarte a ser consistentemente innovador. Involucra métodos que permiten la empatía con las personas, se centra en las personas. Es una metodología colaborativa que involucra prototipos iterativos. Se trata de una serie de fases divergentes y convergentes. Combina enfoques de pensamiento analítico y creativo. Implica un conjunto de herramientas de métodos que pueden ser aplicados a diferentes estilos de problemas por diferentes tipos de personas. Cualquiera puede usar Design Thinking. Puede ser divertido”.
Fase que busca profundizar en el desafío. El equipo comparte sus experiencias, conocimientos, percepciones, para llegar a un entendimiento en común de la problemática planteada. Cuando se acuerda sobre lo que trata el desafío se termina la fase y se pasa a observar.
El objetivo de esta fase es empatizar con el usuario para encontrar en él, la inspiración para diseñar. La herramienta utilizada es la entrevista semiestructurada, la que permite recoger mucha información, desde las personas, en relación con el problema inicial.
En esta fase se utiliza la información obtenida en la anterior para replantear la problemática desde la mirada del usuario. Se define al usuario, problema y necesidad. Una vez declarado el PDV, podemos movernos a la fase ideación.
El objetivo de esta fase es generar muchas ideas. Ideas locas, salvajes, bizarras, que buscan solucionar el problema del usuario, para esto se emplean distintas herramientas que incentivan la creatividad. La fase termina con la selección de una idea de todas las propuestas.
En prototipar se hace tangible la idea seleccionada en la fase anterior. Ahora se piensa con las manos para construir un prototipo sencillo, con el cual el usuario pueda interactuar.
Fase que busca aprender del usuario. El equipo testea el prototipo con el usuario y recoge información que le permitirá decidir a qué fase de la metodología iterar.
El Design Thinking es un proceso y a la vez una forma de pensar las cosas (mindset), para lograr los resultados se necesitan 3 grandes factores, las llamadas 3 Ps (people, place, process).
Personas (people): El equipo puede estar formado de manera multidisciplinaria para permitir ideas que se extiendan más allá de los límites de la disciplina individual. Esta tendencia se mueve visiblemente desde una forma individualista de pensamiento a una cultura de creación mutua. Es precisamente aquí donde vemos el mayor potencial y donde establecemos nuestro punto de partida. Es un hecho comprobado que equipos que colaboran entre sí reaccionan más rápido, utilizan mejor su inteligencia colectiva y generan procesos de trabajo con mayor sostenibilidad. Así es como alcanzan resultados sorprendentes.
Lugar (place): Las ideas se desarrollan mejor en un entorno de trabajo libre y flexible. Espacios variables se adaptan a las necesidades de cada proyecto. Las paredes y casi todas las demás superficies se utilizan libremente para visualizar pensamientos y compartir resultados.
Proceso (process): A través del proceso de Design Thinking de seis fases, el equipo logra proponer una solución a un desafío. Este proceso requiere una mentalidad dispuesta a equivocarse, a cometer errores. ¿Por qué? Porque en Design Thinking nos gusta pensar en el reino de lo imposible. Cada participante del equipo estará totalmente enfocado en la empatía con el usuario. El proceso de Design Thinking activa el pensamiento de todos los involucrados, tanto en las áreas analíticas como las creativas e intuitivas.